Maleta, correa… ¡y a rodar!: Claves para unas vacaciones inolvidables con tu mascota

Viajar con mascotas: la nueva normalidad del turismo familiar

Hace solo algunos años, la idea de llevar al perro en el asiento trasero o volar con el gato dentro de una transportadora parecía impensable para muchos. Sin embargo, la demanda de viajes con mascotas se ha disparado alrededor del mundo, y España y Latinoamérica no son la excepción. Hoteles, aerolíneas y servicios turísticos ahora adaptan sus ofertas para incluir a nuestros peludos, entendiendo que son parte irrenunciable de la familia.

¿Qué razas viajan mejor?

La predisposición al viaje no depende solo del adiestramiento: algunas razas tienen un carácter más adaptable y las disfrutan más. Los Golden Retriever suelen ser excelentes compañeros de carretera: sociables, equilibrados y poco propensos al mareo por movimiento. Los Jack Russell, pese a su energía inagotable, se relajan con paseos frecuentes y estímulos. ¿Y los gatos? Contra todo pronóstico, los Maine Coon son viajeros experimentados siempre que el entorno se adapte y no falte su manta favorita.

Planificación: todo empieza en casa

Visita al veterinario antes de salir

Antes de reservar ese hotel pet friendly o comprar los billetes, es fundamental llevar a tu mascota al veterinario. No solo para comprobar su estado de salud, sino también para revisar los requisitos de vacunación, microchip y tratamientos antiparasitarios exigidos según el destino. Algunos países exigen periodos de cuarentena, pruebas de anticuerpos o desparasitaciones específicas. No olvides su pasaporte animal en regla si cruzas fronteras.

Preparar el equipaje peludo

La maleta de tu mascota tiene sus imprescindibles: comida habitual suficiente para todo el viaje (algunas marcas no se consiguen fácilmente en todos los lugares), agua, su bebedero portátil, bolsa de premios, cartilla veterinaria, medicinas, su cama o manta favorita y juguetes. Para los gatos, el arenero portátil y su arena habitual les aporta seguridad, mientras que los perros agradecerán también una correa extensible y algún hueso para masticar durante los trayectos.

Medios de transporte: retos y soluciones

En coche: la carretera, testigo de aventuras y anécdotas

En el coche, la seguridad lo es todo. Utiliza sistemas de sujeción homologados: cinturones de seguridad adaptados, transportadoras fijas o separadores de maletero. Los perros pequeños suelen ir en transportadora, mientras que razas medianas y grandes agradecen viajar en el maletero con rejilla divisoria. Un viajero experimentado comenta: “Mi Border Collie aprendió a asociar la manta que cubre los asientos con la llegada de nuevas aventuras. Ahora, apenas la ve en el asiento trasero, se relaja y se duerme”.

No olvides realizar paradas cada dos horas para estirar las patas y ofrecer agua fresca. La temperatura dentro del coche puede subir rápido: nunca dejes a tu mascota sola, ni siquiera en días templados.

Trenes y buses: opciones para viajar ligero

Las compañías de tren, como Renfe en España, permiten mascotas pequeñas en transportín sin cargo adicional. Algunas líneas de buses interurbanos también lo hacen, aunque los requisitos varían. ¿Un truco para gatos viajeros? Coloca una prenda impregnada con tu olor dentro del transportín para tranquilizarlos durante el trayecto.

Volando alto: consejos a bordo del avión

Las aerolíneas aceptan cada vez más mascotas, pero la normativa varía. La mayoría permite perros y gatos de hasta 8kg (transportín incluido) en cabina. Las razas braquicefálicas, como los Bulldogs o Pugs, tienen restricciones por su salud respiratoria. Algunos viajeros cuentan que su Frenchie no soportó el estrés del vuelo, por lo que prefieren destinos accesibles por tren o carretera. Infórmate siempre sobre las políticas de la aerolínea y reserva con antelación, ya que las plazas son limitadas.

Hospedaje sin sorpresas: hoteles y alojamientos pet friendly

La oferta de alojamientos que aceptan mascotas no ha dejado de crecer. Plataformas como Booking o Airbnb permiten filtrar por “admite mascotas”, pero no basta con reservar: contacta siempre con el alojamiento para confirmar condiciones (peso máximo, suplemento diario, espacios permitidos, etc.).

En las grandes ciudades destacan hoteles boutique que miman a los peludos con camas especiales y snacks de bienvenida. En entornos rurales, muchas casas admiten perros grandes si garantizan buen comportamiento. Eso sí, los gatos suelen necesitar habitaciones más tranquilas y seguras para evitar fugas inesperadas.

Paseos y actividades: cómo integrar a tu mejor amigo en cada destino

Playas, senderos y parques caninos

La playa es el paraíso para muchos [perros hiperactivos](/tag/perros-hiperactivos), especialmente Labradores y Dálmatas. Consulta qué playas permiten animales en temporada alta. Muchos municipios han abierto tramos caninos, con duchas y bolsas para excrementos.

Las rutas de senderismo son otra opción fabulosa. En los Pirineos, por ejemplo, es habitual cruzarse con mochileros y perros de montaña atravesando valles y arroyos. Sobra decir que siempre debes llevar bolsas para recoger sus necesidades y respetar la fauna local: algunos perros, como el Beagle, no pueden evitar seguir rastros, así que un arnés robusto es imprescindible.

Cafeterías, museos y eventos “pet friendly”

En ciudades como Barcelona, Madrid, Ciudad de México o Buenos Aires, proliferan las cafeterías dog friendly. Algunos incluso ofrecen menú propio para canes. Museos y actividades culturales comienzan a adaptarse: en Ámsterdam existe ahora un museo que admite mascotas un día al mes, y en Málaga el cine de verano permite perros bien educados en algunas funciones.

Una curiosidad: en Japón se organizan eventos de ‘dog yoga’ para viajeros y sus mascotas, combinando turismo y bienestar.

Cuidados especiales según el animal

Perros nerviosos: del mareo al estrés por separación

Algunas mascotas viven los viajes con más ansiedad. Los perros hiperactivos o nerviosos pueden beneficiarse de feromonas sintéticas, juguetes tipo Kong con premios o rutinas calmantes. Si tu perro es de los que no para en el coche, como ocurre con muchos Border Collie, practicar viajes previos cortos ayuda a que gane confianza.

Gatos aventureros: su mundo en una mochila

El número de gatos viajeros crece cada año. Se recomienda transportar siempre al felino en un carrier robusto y seguro, evitando aberturas por donde puedan escapar. Algunos dueños optan por mochilas transparentes que permiten al gato observar el paisaje, pero siempre deben ir bien asegurados. Recuerda ofrecer agua y mantener la bandeja de arena cerca en las paradas largas.

Documentación y normativa internacional

Viajar dentro de la Unión Europea es cada vez más sencillo para quienes tienen el pasaporte para mascotas. Es obligatorio para perros, gatos y hurones e incluye los datos de vacunación antirrábica, microchip y propietario. En muchos países latinoamericanos se exige también la desparasitación y certificados veterinarios recientes. Algunos destinos exigen cuarentena, por lo que conviene informarse con antelación en consulados o páginas oficiales.

Errores frecuentes y trucos de expertos

Entre los despistes más habituales figura el olvido de la camita de mascota o el arnés de repuesto. Un truco muy útil para perros que ladran mucho: colocarles una camiseta impregnada con el olor de casa antes de entrar a un sitio desconocido. Para perros grandes, algunas aerolíneas ofrecen tarifas especiales si viajan junto a personas con movilidad reducida.

Y si algo puede ir mal, irá mal: por eso, lleva siempre contigo teléfonos de veterinarios locales, seguros de viaje para animales y copias digitales de la documentación necesaria. Así podrás resolver cualquier imprevisto y centrarte en lo importante: disfrutar de la aventura junto a tu mejor amigo peludo.

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