Equipaje, correa y aventura: Así viajan hoy las mascotas por el mundo

Viajes con mascotas: la revolución pet friendly conquista las rutas del mundo

El auge de viajar acompañado de tu peludo

No es una moda pasajera: los viajes con mascotas han crecido de forma sostenida en los últimos años. Si hace una década era casi impensable ver a un perro Jack Russell cruzando terminales o a un gato Maine Coon en la ventanilla de un tren, hoy es una escena habitual. Las familias han evolucionado y las mascotas ocupan roles protagónicos. Para muchos, dejar a sus compañeros de cuatro patas fuera de las vacaciones ya no es una opción.

¿Cómo se prepara un buen viaje con tu mascota?

El primer paso, siempre, es la planificación. No todas las mascotas están listas para ser trotamundos. Razas como el golden retriever o el bóxer suelen adaptarse mejor a los cambios de entorno, mientras que otras, como el bulldog inglés, pueden tener dificultades por su sensibilidad al calor y problemas respiratorios. Aunque cada animal es distinto, hay ciertos puntos clave que todo viajero responsable debe tener en cuenta:

• Revisión veterinaria: Un chequeo previo es obligatorio. Tu mascota debe estar al día en vacunas y desparasitación, sobre todo si sales del país.
• Papeles en regla: El microchip y el pasaporte para animales son requisitos en muchos destinos Europeos y de América.
• Kit de viaje: Incluye agua, comida, correa, bolsas, juguetes y, si es posible, un objeto familiar para tranquilizar a tu amigo peludo en trayectos largos.
• Identificación visible: Asegúrate de que tu mascota lleve una placa con su nombre y un número de contacto actualizado.

Medios de transporte: el reto de adaptarse

No todos los medios de transporte admiten mascotas –y cada uno tiene sus propias reglas. En avión, las aerolíneas suelen permitir animales pequeños en cabina si van en transportín homologado, mientras que los más grandes deben viajar en bodega, generando a veces ansiedad en los dueños. Compañías como Iberia o Air Europa han ampliado sus servicios pet friendly, aunque siempre existen restricciones de peso y raza.

En tren, la experiencia es más relajada. Algunas operadoras permiten perros de hasta 10 kilos en cabina y, en ciertos destinos internacionales, incluso admiten animales de mayor tamaño si viajan con bozal y billete. Los gatos, en general, toleran mejor este tipo de viajes si van seguros en su transportín, pero siempre agradecen los trayectos cortos y tranquilos.

Viajar en auto: consejos de seguridad

El auto propio sigue siendo la fórmula favorita de quienes viajan con mascotas. La razón es simple: flexibilidad y más control sobre las paradas y el confort del animal. Aun así, hay que recordar que, según la DGT española, los animales deben viajar sujetos con un arnés específico o en transportín. Nunca se deben dejar sueltos ni sacar la cabeza por la ventanilla, por tierno que parezca. Los descansos regulares cada dos horas son un must, ayudando a evitar mareos y estrés.

Hospedaje: del dog friendly al cat friendly

Hoteles, apartamentos y hasta casas rurales han entendido el mensaje: ofrecer un entorno pet friendly ya no es un extra, sino una exigencia del mercado. Plataformas como Booking y Airbnb incluyen filtros especiales para viajeros con mascotas, pero siempre conviene leer la letra pequeña: algunas propiedades limitan el tamaño o número de animales, e incluso aplican suplementos.

El sector hostelero ha dado un paso más, permitiendo servicios de spa para perros, menús caninos o espacios de recreo exclusivos. Un ejemplo emblemático es el Hotel Urban de Madrid, donde las camas para mascotas son casi tan lujosas como las de sus dueños. Además, cada vez más cafeterías y restaurantes incluyen “zonas dog” y ofrecen snacks para acompañantes peludos.

Planes y destinos inolvidables junto a tu mascota

La clave del éxito es elegir destinos adaptados tanto a humanos como a animales. Las playas para perros, como las de Alicante o el litoral brasileño, se llenan en verano. Parques nacionales, rutas de senderismo (como la de los Lagos de Covadonga en Asturias o los cerros de la Patagonia argentina) y ciudades como Berlín –considerada una de las más perrunas del mundo–, encabezan la lista de destinos.

Anécdotas del camino

Sonia Fernández, veterinaria madrileña experta en comportamiento animal, recuerda la vez que un schnauzer miniatura bautizado como Rocky cruzó la frontera francesa en bicicleta con sus dueños: “Rocky llevaba sus propias alforjas y, en cada descanso, era el primero en reclamar agua fresca y algo de queso local. Terminó el viaje con más seguidores en Instagram que ellos”, bromea Sonia entre risas.

También existen gatos viajeros famosos, como el caso de Pipo, un atigrado que recorre América Latina subido a la mochila de su humano, demostrando que los felinos también pueden ser grandes exploradores si se les acompaña con paciencia y respeto por su ritmo.

Curiosidades y retos a considerar

No todas las mascotas disfrutan por igual los viajes. Los perros de razas nórdicas, como el husky siberiano, suelen preferir climas fríos y pueden sufrir en países tropicales. Por el contrario, pequeños terriers como el Westie o el Yorkshire suelen adaptarse con facilidad y viajar en cabina sin problemas. En el caso de los gatos, el secreto está en la preparación: acostumbrarlos al transportín semanas antes del viaje e incluir mantas con su olor les ayuda a reducir el estrés.

¿Mascota exótica? El asunto se complica. Viajar con aves, reptiles o roedores exige permisos adicionales y, en muchos casos, cuarentenas obligatorias. Por eso, la información previa nunca es suficiente para garantizar la seguridad y bienestar de especies más sensibles.

Cuidados especiales en ruta

Entre los errores comunes está subestimar la hidratación. Los trayectos largos pueden provocar golpes de calor, especialmente en razas braquicéfalas como el carlino o el bulldog francés. Llevar un bebedero portátil y evitar horas punta son acciones preventivas esenciales. Otro punto crítico es la alimentación: lo recomendable es mantener las rutinas y no ofrecer comidas pesadas en plena carretera o aeropuerto.

Si tu mascota es ansiosa, existen chalecos calmantes y feromonas en spray avaladas por veterinarios. Lo importante, insisten los expertos, es no medicar sin orientación profesional para evitar efectos secundarios indeseados.

¿Y si el destino es internacional?

La documentación se vuelve protagonista. Para viajar dentro de la Unión Europea, el pasaporte comunitario y el microchip son obligatorios, junto con la pauta de la rabia vigente. En otros destinos –como Reino Unido o Australia– los requisitos pueden incluir análisis de sangre, cuarentena y certificado de salud actualizado.

Un truco habitual: comprobar con antelación la existencia de mascotas prohibidas o razas restringidas en tu destino. Países como Dinamarca regulan razas consideradas potencialmente peligrosas y no todas las compañías aéreas aceptan animales exóticos.

Apps y recursos para viajeros animalistas

La tecnología ha venido al rescate. Hoy existen aplicaciones como PetFriendly o TripWithPets que permiten planificar rutas, localizar veterinarios cercanos y encontrar alojamientos adaptados. Los foros de mascotas viajeras también son una mina de consejos prácticos, desde el mejor tipo de transportín hasta experiencias en aduanas.

Vivir la experiencia juntos

Hay algo mágico en viajar acompañado de ese ser que nos espera día tras día. Las fotos de perros corriendo entre dunas, gatos explorando mochilas o incluso conejos sobre el césped de un camping son el mejor recuerdo de una ruta exitosa. Es cierto: los viajes con perros y en menor medida con otros animales, exigen paciencia y previsión, pero el resultado suele ser una experiencia inolvidable, plagada de anécdotas y aprendizajes para humanos y peludos por igual.

Así, las rutas se llenan de huellas pequeñas y nuevos recuerdos. Queda claro: en la nueva era viajera, las mascotas no son equipaje, son parte del viaje. Y, a veces, la mejor aventura lleva cuatro patas y una cola inquieta.