De mochilero y con huellas: los secretos del turismo pet friendly

Viajar con mascotas: aventuras y desafíos del turismo en familia peluda

Un fenómeno que recorre fronteras

Desde playas caribeñas hasta pueblos de montaña en España, el turismo pet friendly está llegando a su mejor momento. Según la Asociación Europea de Mascotas, en la última década aumentó un 60% el número de familias que incluyen a sus perros o gatos en las vacaciones. Atrás quedaron los días de dejar a Luna, el beagle, en una guardería para estar tranquilos en la playa. Ahora, ya sea por tendencias sociales o porque nuestros animales son parte fundamental de la familia, compartir la aventura se ha vuelto una prioridad.

¿Qué tipo de mascota viaja mejor?

No todas las razas ni especies disfrutan igual del movimiento, los cambios de rutina y la exposición a ambientes nuevos. Mientras que los perros como el golden retriever y el border collie suelen adaptarse muy bien, algunos gatos suelen preferir la estabilidad del hogar, aunque existen excepciones como los curiosos Maine Coon y los ligeros gatos bengala, que han conquistado rutas y caminatas junto a sus dueños.

Agustina, viajera argentina y “madre perruna”, confiesa que su pastor australiano es enérgico y curioso, capaz de recorrer senderos de montaña durante horas. Por el contrario, su amiga Marta, tutora de un bulldog francés, ha tenido que adaptar trayectos y horarios para respetar el descanso de su robusto compañero, conocido por el síndrome braquicefálico que le dificulta el ejercicio extremo y los climas cálidos.

Preparativos antes del viaje

Carnet sanitario al día y documentación

Parece obvio, pero no todos los países (ni provincias) tienen las mismas reglas sanitarias para los animales viajeros. Si vas a tomar un vuelo internacional con tu mascota, es fundamental tener la cartilla de vacunaciones, chip identificador, incluso informes veterinarios recientes. En algunos destinos exigen certificados de salud específicos, como la rabia o tratados antiparasitarios recientes.

En España, por ejemplo, es obligatorio que los gatos lleven microchip y pasaporte europeo de animales domésticos. En México o Argentina, algunos hoteles solamente aceptan mascotas tras la presentación del certificado de vacunas al día. Siempre revisa con antelación los requisitos del transporte y del alojamiento elegido.

Equipaje para ellos: ¿qué llevar?

Más allá del inevitable recipiente de agua, nunca pueden faltar:

  • Correa corta y una larga para caminatas
  • Arnés cómodo (sobre todo para perros pequeños o gatos de aventura)
  • Bozal si el transporte lo requiere
  • Camas portátiles o mantas con su olor
  • Bolsas sanitarias y productos de higiene
  • Un kit veterinario de emergencia: medicinas, tijeras, desinfectante, pinzas para espinas o espigas
  • Juguetes o snacks para aliviar el estrés del desplazamiento

Para animales pequeños, como conejos o hurones, suma una jaula resistente, bien ventilada y con sustrato absorbente. En cualquier caso, recrea el ambiente de casa con objetos familiares: ¡el olor es un ancla emocional importante para tu mascota!

En el camino: consejos prácticos

Viajar en auto: paradas y seguridad

Muchos perros disfrutan la brisa y la vista por la ventanilla, pero la ley exige seguridad. Utiliza transportines, cinturones de seguridad específicos (arnés con clip al cinturón) o barreras entre el asiento trasero y el conductor. ¿Sabías que un animal suelto multiplica por diez el riesgo de lesiones en accidentes? Para ellos, las paradas frecuentes son imprescindibles, cada 2 horas, para que caminen, hagan sus necesidades y beban agua. Nunca dejes a tu mascota dentro del vehículo en días soleados: el golpe de calor puede llegar en minutos, incluso con la ventanilla entreabierta.

Avión: requisitos y experiencias

En vuelos, las reglas varían según la aerolínea y el país. Generalmente, mascotas pequeñas pueden ir en cabina, siempre dentro de un transportín homologado que debe caber debajo del asiento. Para animales medianos o grandes, suele ser obligatoria la bodega presurizada, adaptada para animales. Algunas aerolíneas ofrecen la opción VIP para animales en cabina ejecutiva (¡la cuenta de TikTok de Sultán, un schnauzer viajero, suma millones de vistas por sus experiencias a bordo!).

La veterinaria española Lucía Jaén recomienda entrenar a perros y gatos con viajes cortos antes del gran salto: desde acomodarlos en sus transportines, hasta simular el ruido y el movimiento con viajes en auto o tren. Así, cuando llegue el día, el desplazamiento será menos traumático.

Tren y autobús: ¿qué hay que saber?

En Europa, casi todas las compañías de tren permiten animales pequeños en transportín, e incluso, en horarios y vagones específicos, a perros grandes con bozal y correa. En América Latina, la tendencia avanza, aunque todavía hay restricciones en buses de larga distancia. Investiga las condiciones concretas del trayecto y, si viajas en autobús, prepárate para posibles paradas inesperadas para el paseo e hidratación.

Destinos, alojamientos y rutas ideales para viajar con animales

Hoteles que aman a los peludos

El crecimiento de la oferta pet friendly es innegable: desde hoteles de lujo, hasta casas rurales y cabañas, muchos alojamientos ya no sólo aceptan animales, sino que ofrecen servicios como camas especiales, menús gourmet e incluso spa para canes (en Barcelona y Buenos Aires, algunos hoteles ya cuentan con piscina exclusiva para perros… ¡de todos los tamaños!).

Es fundamental consultar la política de mascotas antes de reservar y, siempre, respetar las normas del hospedaje. Llevar la cartilla de vacunación y no dejar solas a las mascotas durante períodos largos es parte del acuerdo tácito. Y, para los más exigentes, existen apps específicas que filtran playas, parques y restaurantes para elegir el sitio perfecto donde todos se sientan a gusto.

Parques y excursiones memorables

Cada país tiene rutas emblemáticas donde las mascotas son protagonistas. Los senderos de los Pirineos o el Camino de Santiago en su versión dog friendly son solo un ejemplo europeo. En México, cientos de familias pasean cada fin de semana con sus perros salchicha y labradores por las zonas arqueológicas de Teotihuacán (siempre con correa y bolsas sanitarias).

En América del Sur, los Andes argentinos y los parques chilenos han visto crecer la tendencia del turismo con animales, multiplicando las rutas habilitadas y los servicios de guías especializados en excursiones para familias multiespecie.

Anécdotas que dejan huella

Atravieso la frontera sur de España en auto y, de pronto, mi compañero de viaje —un ruidoso Jack Russell terrier— decide entablar «diálogo» con cada aduana. El guardia, en vez de multarme, se ríe y me cuenta que, en su turno, ha visto desde chinchillas hasta loros amazónicos en coches de turistas. Estos encuentros inesperados suelen romper el hielo y despertar simpatías: una buena excusa para conocer gente y sumar historias únicas al viaje.

A veces, no todo sale según el plan. Isabel y su gato Simba pasaron por un susto en una estación de tren en Italia cuando Simba, ávido explorador, logró abrir la cremallera del transportín y desaparecer entre los bancos. Una rápida búsqueda —y la ayuda de los empleados— terminó con final feliz, gracias a la curiosidad (y el olfato del border collie de otro viajero). Lección aprendida: reforzar los cierres y nunca bajar la guardia.

Cómo responden las mascotas al cambio de ambiente

El juego, la comida conocida y rutinas previsibles son esenciales para reducir el estrés. Algunos animales, como el schnauzer o el setter inglés, disfrutan el cambio y se adaptan fácilmente, pero otros, como los gatos siameses o los perros ancianos, requieren tiempo y paciencia para asimilar los nuevos entornos.

Los expertos recomiendan prestar atención a señales como jadeos excesivos, falta de apetito o actitudes de miedo. Un snack favorito, la manta de siempre o un paseo a ritmo relajado suelen hacer milagros en pocos días. Un buen paseo, mucho cariño y, sobre todo, observar el lenguaje corporal para lograr una experiencia positiva para todos.

Inclusión y normativa: el avance del turismo con animales

Cada vez son más frecuentes las guías y servicios turísticos adaptados para integrar a las familias con mascotas. Desde leyes que regulan el acceso de animales a playas hasta menús personalizados en restaurantes, la normalización de los viajes con animales abre puertas para todos —y apunta a la convivencia respetuosa, tanto con otros viajeros como con paisajes protegidos.

Siempre será clave informarse sobre la normativa local, respetar la naturaleza y la privacidad ajena. Así, quizá el gran secreto de esta tendencia no sea un destino de ensueño o el viaje perfecto, sino la certeza de que, donde sea, el nexo entre humanos y mascotas sigue creciendo —a la par de la aventura misma.

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